Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo

Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo

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Si hay un plato que combina a la perfección la tradición de la cocina marinera con un toque de sofisticación, ese es el Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo. Este manjar es un auténtico placer para el paladar, combinando la textura firme y delicada del bacalao con el sabor dulce y sutil de las gambas, realzado por el inconfundible toque de los pimientos del piquillo. A continuación, te presentamos un artículo completo (más de 1500 palabras) que aborda todos los aspectos de este suculento plato: desde su origen e historia hasta las claves para su elaboración perfecta, pasando por variantes, consejos de expertos, beneficios nutricionales y mucho más.

Sobre la receta

El bacalao es un pescado de gran tradición en la gastronomía española y de muchos otros países con raíces o influencias en la cocina atlántica. Su origen y consumo se remontan a siglos atrás, especialmente en regiones como el norte de España, donde la pesca de este pescado blanco y magro ha sido una de las actividades económicas fundamentales. En la cocina española, el bacalao desalado ha sido un recurso muy usado por su fácil conservación en sal y la gran versatilidad de recetas que admite: bacalao al pil-pil, bacalao a la vizcaína, buñuelos de bacalao, entre otros.

En esta preparación, nos centramos en unos lomos de bacalao que pueden ser tanto frescos como desalados. Los acompañamos con una salsa de gambas enriquecida con pimientos del piquillo, un ingrediente muy apreciado que aporta dulzor, color y un ligero matiz ahumado cuando los pimientos son de calidad. El resultado es un equilibrio exquisito entre la firmeza del bacalao, el sabor marino de las gambas y la intensidad característica de los pimientos.

Este plato se puede servir como plato fuerte en una comida o cena especial, resultando perfecto para celebraciones o simplemente para disfrutar de un buen pescado un día cualquiera. Además, su tiempo de preparación, de aproximadamente 40 minutos, lo hace ideal para quienes buscan recetas que combinen sabor, elegancia y rapidez.

Por qué te encantará esta receta

  1. Equilibrio de sabores y texturas: El bacalao, con su carne blanca y jugosa, se integra con la suavidad de las gambas y el dulzor de los pimientos del piquillo. Además, la nata para cocinar (crema de leche) añade cremosidad a la salsa, creando un conjunto que encanta al paladar.
  2. Sencillez en la preparación: Aunque parezca un plato elaborado, en realidad consta de pasos bastante simples. En menos de 45 minutos podrás tenerlo listo, algo muy práctico si dispones de poco tiempo pero quieres ofrecer un plato vistoso y delicioso.
  3. Versatilidad en la presentación: Puedes acompañar este bacalao con múltiples guarniciones, desde patatas al vapor o pan recién hecho para mojar en la salsa, hasta un arroz blanco que absorba todos los jugos o una ligera ensalada fresca.
  4. Ingredientes accesibles: El bacalao (fresco o desalado) es fácil de encontrar en la mayoría de supermercados, y las gambas peladas suelen estar disponibles congeladas. Los pimientos del piquillo, gracias a la industria conservera, se consiguen enlatados o en frascos en casi todos los comercios de alimentación.
  5. Apto para distintas ocasiones: Es perfecto tanto para una comida del día a día como para sorprender a invitados en un evento especial. Incluso puede formar parte de un menú de celebración navideña o de Semana Santa, época en la que el bacalao es uno de los ingredientes más consumidos en muchas regiones.
Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo

Ingredientes clave y sustituciones

Bacalao (4 lomos)

  • Fresco o desalado: Si optas por bacalao desalado, recuerda enjuagarlo muy bien tras el proceso de remojo (de 24 a 48 horas cambiando el agua regularmente).
  • Sustituciones: Si no encuentras bacalao o prefieres otro pescado, la merluza o el abadejo pueden funcionar, aunque el sabor final será ligeramente diferente.

Gambas peladas (200 g)

  • Frescas o congeladas: Ambas opciones funcionan bien. Si usas gambas congeladas, es recomendable descongelarlas previamente y escurrir el exceso de líquido.
  • Sustituciones: Langostinos, camarones o incluso trozos de pulpo podrían darle un giro al plato. No obstante, cada marisco aportará matices únicos.

Pimientos del piquillo (6-8 unidades)

  • En conserva o frescos: Los pimientos del piquillo suelen encontrarse en botes o latas, ya asados, pelados y listos para usar. Si consigues pimientos frescos, deberás asarlos o freírlos previamente, pelarlos y retirar las semillas.
  • Sustituciones: Pimientos rojos morrones asados podrían servir como alternativa, pero el sabor particular de los piquillos se perdería.

Cebolla (1 unidad) y Ajos (2 dientes)

  • Aportan la base aromática del sofrito.
  • Sustituciones o variaciones: Puedes añadir chalotas en lugar de cebolla o combinar ambas. Respecto al ajo, si no te gusta, podrías reducirlo a un solo diente o prescindir de él, aunque la receta perdería parte de su sabor.

Caldo de pescado (200 ml)

  • Aporta profundidad de sabor.
  • Sustituciones: Puedes usar fumet casero o caldo de marisco si deseas intensificar aún más el sabor marino. En casos de urgencia, se puede recurrir al caldo de verduras, pero el plato perdería matices.

Nata para cocinar (100 ml)

  • Aporta cremosidad y suavidad a la salsa.
  • Sustituciones: Se puede usar leche evaporada o crema ligera para reducir las calorías. Incluso es posible utilizar nata vegetal (soja, avena, etc.) para una versión sin lactosa.

Aceite de oliva virgen extra

  • Es la base del sofrito y fundamental en la cocina mediterránea.
  • Sustituciones: Un buen aceite de girasol podría servir, pero se perderá el matiz frutado del aceite de oliva.

Sal, pimienta y perejil fresco

  • Ajustan y realzan el sabor final.
  • Sustituciones: Si no tienes perejil fresco, puedes usar cilantro (tendrá un sabor distinto) o cebollino picado. La sal y la pimienta se pueden reemplazar por alguna mezcla de especias al gusto, pero se recomienda no excederse para no enmascarar el sabor del bacalao.

Cómo hacer la receta (paso a paso)

A continuación, la preparación detallada del Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo para 4 raciones, con un tiempo total estimado de 40 minutos.

Paso 1: Prepara el bacalao

  1. Desalado (si corresponde): Si utilizas bacalao en salazón, habrás de desalarlo previamente sumergiéndolo en agua durante 24-48 horas. Cambia el agua cada 8-12 horas para que el exceso de sal se libere uniformemente.
  2. Enjuaga y seca: Una vez desalado, enjuaga los lomos bajo el grifo para retirar los últimos restos de sal y sécalos con papel de cocina.
  3. Dora el bacalao: Calienta un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, coloca los lomos de bacalao con la piel hacia abajo (si la tienen) y dora durante 3-4 minutos por cada lado. Sabrás que está en su punto cuando veas que la carne se vuelve opaca y se separa en lascas con facilidad.
  4. Reserva: Retira el bacalao de la sartén y resérvalo en un plato, preferiblemente cubierto con papel de aluminio para mantener el calor.

Paso 2: Cocina la salsa

  1. Sofrito base: En la misma sartén (con el aceite restante del bacalao), añade la cebolla picada finamente y los dos dientes de ajo también finamente picados. Sofríe a fuego medio hasta que la cebolla esté transparente y los ajos empiecen a dorarse ligeramente.
  2. Añade las gambas: Agrega los 200 g de gambas peladas y remueve hasta que tomen color rosado. Ten cuidado de no sobrecocinarlas para que no se endurezcan.
  3. Incorpora los pimientos: Corta los pimientos del piquillo en tiras y añádelos a la sartén. Mezcla todo para que los sabores se integren.
  4. Vierte el caldo de pescado: Añade los 200 ml de caldo de pescado. Deja que la mezcla hierva suavemente durante unos 5 minutos para reducir un poco el líquido y concentrar los sabores.
  5. Agrega la nata: Transcurridos esos 5 minutos, vierte los 100 ml de nata para cocinar. Baja el fuego y cocina a fuego lento unos 3-4 minutos más, removiendo ocasionalmente. Ajusta el punto de sal y pimienta al gusto.

Paso 3: Integra el bacalao

  1. Regresa el bacalao a la sartén: Coloca los lomos de bacalao en la salsa, dejando que se impregnen bien de los sabores.
  2. Cocina brevemente: Cocina 2-3 minutos adicionales a fuego bajo. Con este tiempo, el pescado absorbe la salsa sin resecarse y la salsa termina de espesar ligeramente.

Paso 4: Sirve y disfruta

  1. Decoración: Espolvorea perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura.
  2. Guarniciones: Acompaña con pan fresco para mojar la salsa, o bien con unas patatas al vapor, arroz blanco o incluso verduras salteadas.
  3. Presentación final: Sirve cada lomo de bacalao bañado en la salsa de gambas y pimientos del piquillo. ¡Listo para disfrutar!

Consejos de expertos para el éxito

  1. Controla la sal en el bacalao: El bacalao desalado bien enjuagado debe tener un punto de sal equilibrado, pero siempre conviene probarlo antes de cocinar. Evita añadir demasiada sal a la salsa al principio; hazlo al final para no pasarte.
  2. Textura ideal del pescado: El bacalao es un pescado que se cocina rápidamente y puede resecarse si nos excedemos en el tiempo de cocción. Lo ideal es dorarlo brevemente y luego terminar de cocinarlo en la salsa.
  3. Evita sobrecocinar las gambas: Las gambas se cocinan en un abrir y cerrar de ojos. Añádelas cuando la cebolla ya esté casi en su punto y retíralas del fuego en cuanto veas que se han puesto rosadas.
  4. Usa un buen caldo de pescado: Aunque puedes emplear uno comprado, si tienes la oportunidad de hacer tu propio fumet casero con espinas y cabezas de pescado, el sabor se potenciará notablemente.
  5. Tamaño de los lomos: Procura que los lomos de bacalao tengan un grosor similar para que se cocinen de manera uniforme. Si hay piezas muy gruesas o muy finas, podrías retirar antes las más finas o cocinar más tiempo las más gruesas.
  6. Sartén o cazuela amplia: Asegúrate de contar con un recipiente lo suficientemente grande para albergar tanto la salsa como los lomos de bacalao sin amontonarse. Así, se cocinarán de forma homogénea.
  7. Toque de picante (opcional): Para quienes disfrutan de un sabor más intenso, añadir una pizca de pimentón picante, cayena molida o unas hojuelas de chile durante el sofrito puede darle un giro interesante.

Variaciones y personalizaciones

  1. Salsa con tomate: Puedes añadir unos 100 ml de tomate triturado al sofrito antes de incorporar el caldo. Esto aportará un sabor más profundo y un punto de acidez que contrasta muy bien con la nata y los pimientos.
  2. Con toque de vino blanco: Sustituir parte del caldo de pescado (por ejemplo, 50-70 ml) por un vino blanco seco, como un Albariño o un Verdejo, le dará un matiz aromático al plato. Deja que el alcohol se evapore antes de añadir la nata.
  3. Versión sin nata: Si buscas un plato más ligero, puedes omitir la nata y simplemente dejar reducir un poco más el caldo. El resultado será una salsa menos cremosa, pero igualmente sabrosa.
  4. Con almejas o mejillones: Añadir un puñado de almejas o mejillones junto a las gambas enriquece la salsa con un sabor marino extra. Asegúrate de que se abran antes de continuar con la receta.
  5. Cremoso de piquillos: Para una salsa más homogénea, puedes triturar los pimientos del piquillo con la nata antes de agregarlos a la sartén. Esto dará un color rojizo más intenso y una textura muy suave.
  6. Bacalao gratinado: Una vez integrada la salsa con el bacalao, pásalo a una fuente apta para horno, espolvorea un poco de queso rallado por encima y gratina durante 2-3 minutos. El resultado será un toque gratinado crujiente sobre la cremosidad de la salsa.

Beneficios para la salud

  • Alto contenido proteico: El bacalao y las gambas son fuentes excelentes de proteína de alta calidad, esencial para la reparación y el mantenimiento de los tejidos musculares y otras funciones orgánicas.
  • Bajo en grasas: El bacalao es un pescado magro, con un bajo contenido en grasas saturadas. Además, aporta ácidos grasos saludables (principalmente poliinsaturados) beneficiosos para el sistema cardiovascular.
  • Vitaminas y minerales: El bacalao contiene vitaminas del grupo B (especialmente B12) y minerales como fósforo, potasio y selenio. Las gambas, por su parte, aportan yodo, zinc y vitamina B12.
  • Pimientos y antioxidantes: Los pimientos del piquillo son ricos en vitamina C y compuestos antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, potenciando el sistema inmunológico y la salud celular.
  • Calcio y proteínas lácteas: Si usas nata de origen animal, aportas una pequeña cantidad de calcio, aunque no tan significativa como la que podrías encontrar en otros productos lácteos. Aun así, la nata en su justa medida puede formar parte de una dieta equilibrada.
  • Opción saludable: Esta receta, si se elabora con moderación en cuanto a aceites y nata, puede encajar perfectamente en una dieta variada, siempre y cuando se controle el tamaño de las porciones.

Información nutricional aproximada

La información nutricional puede variar según las marcas y la calidad de los ingredientes. Aun así, presentamos una estimación para 4 raciones:

  • Calorías por ración: Alrededor de 350-400 kcal.
  • Proteínas: Aproximadamente 30-35 g (provenientes del bacalao y las gambas).
  • Grasas: Entre 15 y 20 g, mayormente del aceite de oliva y la nata.
  • Carbohidratos: Mínimos (5-10 g), dependiendo de la cantidad de verduras y la nata.
  • Azúcares: Principalmente de origen natural (cebolla, pimientos), en torno a 3-5 g.
  • Sodio: Puede variar considerablemente si el bacalao no está bien desalado, por lo que es clave controlar la sal.

Si quieres reducir aún más las calorías, opta por nata baja en grasa o leche evaporada y limita la cantidad de aceite de oliva.

Almacenamiento y recalentamiento

Aunque lo ideal es degustar este plato recién hecho, se puede guardar y recalentar al día siguiente. A continuación, te indicamos algunas pautas para conservar su sabor y textura:

  1. Refrigeración:
    • Guarda las sobras en un recipiente hermético, preferiblemente de cristal, en la nevera.
    • Consume en un plazo de 1-2 días para asegurar la frescura del pescado y de las gambas.
  2. Recalentamiento:
    • Vuelve a calentar a fuego lento en una sartén, añadiendo, si lo consideras necesario, un chorrito de caldo de pescado o agua para evitar que la salsa se espese demasiado.
    • Es importante no sobrecalentar, ya que el bacalao podría resecarse y las gambas endurecerse.
  3. Congelación:
    • No es la opción más recomendada para el bacalao cocinado con salsa, pues puede alterar la textura del pescado y de las gambas. Sin embargo, si es necesario, congela en un recipiente apto para freezer.
    • Descongela lentamente en la nevera durante la noche anterior a su consumo y calienta siguiendo las indicaciones anteriores.
  4. Porciones individuales:
    • Si sabes que te sobrará comida, lo mejor es dividir las raciones por adelantado en recipientes individuales para llevar, recalentar o consumir al día siguiente. Así evitarás manipular varias veces el plato y conservarás mejor sus propiedades.

El Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo es una receta que combina tradición y sencillez con un resultado de sabores profundos y equilibrados. Gracias a la suavidad del bacalao, la delicadeza de las gambas y el característico gusto dulce y levemente ahumado de los pimientos del piquillo, se obtiene un plato digno de ocasiones especiales, pero lo suficientemente sencillo de elaborar para cualquier día de la semana.

Ya sea que quieras agasajar a tus invitados en una celebración o simplemente disfrutar de un buen plato de cocina marinera, esta preparación se convertirá en uno de tus imprescindibles. Su versatilidad te permite acompañarlo de múltiples guarniciones y adaptarlo con sutiles cambios (como añadir tomate, vino blanco o variar la crema) para refrescar la receta cada vez que la repitas.

En este artículo has descubierto todo lo que necesitas saber: desde la selección de ingredientes clave y cómo aprovecharlos al máximo, hasta los pasos detallados de la elaboración, los consejos de expertos para que la salsa te quede en su punto, y distintas variaciones para personalizarla a tu gusto. Además, hemos abordado los beneficios nutricionales que aporta un plato como este, lleno de proteínas de calidad y nutrientes esenciales.

Ahora solo queda poner en práctica cada uno de estos consejos en tu cocina. Anímate a preparar el Bacalao con Salsa de Gambas y Pimientos del Piquillo y comprueba por ti mismo la delicia que representa. Sin duda, esta receta se ganará un lugar privilegiado en tu recetario personal y en el paladar de todos los que la prueben. ¡Buen provecho!

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