Salsa de Tomate

Salsa de tomate clásica: receta sencilla para preparar en casa

SPREAD LOVE

La salsa de tomate clásica es un elemento esencial en muchas cocinas del mundo. Se usa en pastas, pizzas, guisos y una infinidad de platillos. Prepararla en casa es una opción más saludable y económica que comprar versiones industriales llenas de conservantes y azúcares añadidos.

Además, hacerla tú mismo te permite controlar la acidez, la textura y los ingredientes. Para potenciar el sabor, es fundamental usar aceite de oliva virgen extra, un ingrediente clave en la cocina mediterránea. Aprende más sobre sus beneficios en Aceites de Oliva de España.

Si quieres descubrir otras maneras de enriquecer tu salsa y hacerla aún más deliciosa, te recomendamos revisar algunas recetas en Recetas Nestlé.


Ingredientes esenciales y alternativas

Ingredientes básicos

Para preparar una salsa de tomate casera clásica, necesitarás:

  • 2 kg de tomates maduros (pera, rama o San Marzano)
  • 1 cebolla grande, picada
  • 2-3 dientes de ajo, picados
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Azúcar (opcional, para reducir la acidez)

Opcionales para potenciar el sabor

  • Zanahoria rallada (suaviza la acidez sin necesidad de azúcar)
  • Pimiento rojo o verde (añade un toque dulce y más profundidad)
  • Hierbas aromáticas como albahaca, orégano o tomillo
  • Vino tinto o blanco (para darle más complejidad al sabor)

Paso a paso: cómo hacer salsa de tomate clásica

1. Preparación de los tomates

  • Lavar bien los tomates maduros.
  • Hacer una pequeña cruz en la base de cada uno.
  • Escaldarlos en agua hirviendo durante 30 segundos y luego pasarlos a agua fría.
  • Pelarlos y picarlos en cubos pequeños.

2. Sofrito base

  • Calentar un par de cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande.
  • Sofreír la cebolla y el ajo hasta que estén dorados y fragantes.

3. Cocción lenta para un sabor profundo

  • Agregar los tomates picados y mezclar bien.
  • Cocinar a fuego medio-bajo durante 30-40 minutos, removiendo ocasionalmente.
  • Añadir sal y azúcar al gusto.
  • Si la salsa está demasiado ácida, incorporar zanahoria rallada o un chorrito de vino tinto.

4. Ajuste de textura

  • Para una salsa rústica: dejarla con trozos de tomate.
  • Para una salsa más fina: pasar por una batidora o colador.

Salsa de Tomate

Variantes de la salsa de tomate

Si bien la receta clásica es deliciosa por sí sola, hay muchas maneras de adaptarla a distintos estilos de cocina:

  • Salsa italiana: con más albahaca fresca y un toque de vino blanco.
  • Salsa española: con pimiento rojo y zanahoria para un sabor más dulce.
  • Salsa mexicana: con chile y cilantro para un toque picante.
  • Salsa para pizza: más espesa y con orégano para potenciar el sabor.

Conservación y almacenamiento

Si preparas una gran cantidad de salsa de tomate casera, puedes almacenarla de varias maneras:

  • En la nevera: guardarla en un frasco hermético y consumir en 4-5 días.
  • En el congelador: dividirla en porciones y congelar hasta por 3 meses.
  • Esterilización casera: conservarla en frascos esterilizados al vacío para una duración de hasta 1 año.

Si quieres más información sobre cómo conservar tus alimentos correctamente, consulta esta guía en Hogarmania.


Usos culinarios de la salsa de tomate clásica

La salsa de tomate es increíblemente versátil y se puede usar en diversos platos:

  • Como base para pastas como espaguetis, lasañas o raviolis.
  • Salsa para pizzas caseras.
  • Acompañamiento para carnes y pescados.
  • Base para guisos y estofados.

Preguntas frecuentes

¿Se puede hacer sin azúcar?

Sí, puedes usar zanahoria para endulzar naturalmente o cocinar más tiempo para reducir la acidez.

¿Cómo lograr una textura más espesa?

Cocinando la salsa por más tiempo o agregando un poco de puré de tomate concentrado.

¿Se puede hacer en olla exprés o Thermomix?

Sí, en olla exprés se reduce el tiempo de cocción a 10-15 minutos. En Thermomix, basta con programar a temperatura varoma durante 25 minutos.

¿Cómo evitar que quede muy ácida?

  • Usando tomates maduros.
  • Agregando una pizca de azúcar o zanahoria rallada.
  • Cocinando a fuego lento para desarrollar un sabor más equilibrado.

¿Cuál es la mejor forma de conservar la salsa casera?

En un frasco hermético en la nevera o congelándola en porciones pequeñas.


Conclusión

Preparar tu propia salsa de tomate clásica es una excelente manera de disfrutar un producto más saludable, con un sabor auténtico y sin aditivos innecesarios. Con esta receta y consejos, puedes adaptarla a tu gusto y almacenarla para múltiples usos. ¡Anímate a probarla y disfrutar de su increíble sabor casero! 🍅🔥

Similar Posts